Capítulo 15

El Escándalo

El mes de diciembre comenzó con una novedad, se agregó la materia Cuidado de Criaturas mágicas a la lista de materias. La daba un hombre alto, robusto y con muchas canas en su pelo oscuro. Era un hombre muy bonachón y le había caído bien a todo el mundo, él era Rubeus Hagrid, el legendario guardabosques de Hogwarts. A su lado estaba Luna Lovegood, una mujer agradable y de la que ningún muggle pudo perder de vista. Su belleza era muy notoria a pesar de ya tener algunas marcas gestuales en su rostro que indicaban su avanzada edad. Tenía el cabello rubio y ojos celestes muy claros. Ayudó a mantener tranquilos a los muggles cuando se acercaron a un unicornio, lo pudieron acariciar y aprendieron sobre su pelaje y sobre los poderes que poseía todo su cuerpo. Para alivio de todo el mundo las clases eran divertidas y no dejaban tarea. Mady y los demás sabían que Luna era la editora de El Quisquilloso pero las dos veces que pararon para hablarles no se les ocurrió qué decirle, pues los desconcertaba la duda si lo tomaría para bien o para mal.
Las dos semanas previas a la de navidad pasaron volando y ninguno de los muggles tomó bien la noticia que les dio Patrick el sábado 18 de diciembre. Allí se miró unos momentos con Arthur Weasley que tenía una mirada seria y sentenció: -Se muy bien que le han preguntado a Cecile, a Alice y a Rodolph si podrán regresar a sus casas para las vacaciones y no les han contestado. Pues yo les diré: tendrán que quedarse aquí éstas vacaciones.
Hubo un bufido y un gran desconcierto nervioso en el aula.
-¡Orden!- Espetó Arthur.
-Continúa por favor.- Le solicitó Patrick.
Se aclaró la voz. -Por si no lo recuerdan ustedes han venido a Hogwarts por una emergencia y esta tiene que ver con su seguridad.
Uno de los muggles levantó la mano, era Álvaro Dunnio, acomodó su cabello y preguntó inexpresivamente.
-¿Por Polklop? ¿Por el mago tenebroso que vendrá por nosotros?
Patrick lo miró un instante y asintió con mucho nerviosismo y con la cara pálida.
-¿Por que no nos dicen que en esta escuela las reglas son súper estrictas y ya...? Por que todo esto parece una farsa...- Finalizó de muy mala gana casi como una falta de respeto. El resto lo miraba con los ojos muy abiertos.
Patrick perdió la paciencia. -Mira muchacho, si quieres te puedes ir...
Arthur le tomó la mano a Patrick y le interrumpió. -Ustedes todavía no tienen idea del peligro que hay allá afuera.
Justine Lurd, la pelirroja sorprendió a todos. -No tenemos idea por que no nos han contado nada ustedes. Todo lo que hemos escuchado no tiene sentido, no tiene fundamento para nosotros... es como una historieta fantástica, está fuera de nuestro entendimiento y de nuestro alcance.
Patrick suspiró y tomó aire. -Escucha pequeña, todo lo que hemos querido es que ustedes estén sanos, fuera de peligro y contenidos emocionalmente. Pero veo que algo está fallando aquí. ¿Quieren saber más sobre lo que está pasando afuera?
Todos asintieron muy firmemente y se generó un ambiente de tensión.
-Patrick, ya...
Movió la cabeza de un lado para el otro. -No, en verdad les diré algo. Para que sepan que no están aquí por mero capricho o por reglas absurdas de esta institución.
Arthur se levantó lentamente del escritorio y se dirigió hacia la puerta. Otra gran nueva sorpresa para los muggles, una faceta jamás vista de Arthur, quien parecía un hombre tranquilo.
-De acuerdo, tú te harás cargo.- Algunas respiraciones entrecortadas de asombro se escuchaban en el aula. -Buena suerte, piensa bien lo que vas a decir, yo iré por un café ¿Quieres uno?
-No, te agradezco.- Descomprimió algunas miradas tensas ese último gesto amistoso y se alejó del aula saludando con una sonrisa. Patrick miró cabeza por cabeza y entrecerró los ojos analizando cada mirada. Se acomodó los botones de la camisa negra, fue hasta su escritorio y se puso el sombrero. Un gesto curioso, pues cuando se ponía el sombrero parecía otra persona, tomó su pipa, vertió tabaco, lo prendió y abrió la ventana que daba al escritorio. Allí largó su pitada de humo y apoyó la pipa en la rejilla de la ventana. -Justine ¿Que harías tú si te dijera que unas criaturas llamadas dementores se acercaron a Australia y casi terminan en la ciudad de tu mamá?
-¿Que son los dementores?
- Unas de las criaturas más horribles que pueden existir en este mundo. No matan, chupan el alma de sus víctimas directamente y los cuerpos humanos quedan como un árbol muerto...
Justine se tapó la boca con las manos y sollozó. -¡¿Le pasó algo a mi madre?!
-No, por que los mejores agentes del ministerio de magia están custodiando cada entrada, vigilando minuto a minuto hasta el último movimiento en las entradas de todas sus ciudades...
Raper se animó a afirmar: -Nuestros familiares corren grave peligro...
-No mientras los aurores los estén custodiando todos los días.
-¿Que son los aurores?
Patrick dio una nueva pitada a su pipa. -Magos que saben defenderse y te pueden cuidar muy bien. Quiero que sepan que mientas ellos estén vigilando ustedes pueden estar tranquilos, tenemos la mejor guardia mágica de las últimas tres décadas.
Álvaro Dunnio se atrevió a contestar. -El profeta dice que la situación está desbordada, que el ministerio de magia pronto se disolverá.
Levantó las cejas. -¿Eso dice? Allá con ellos... ellos siempre tienen toda la razón...
-¿A qué te refieres?
-Yo trabajo en el Ministerio de magia y se muy bien lo que pasa allí dentro.
-Y por que el profeta dice...
Patrick interrumpió con firmeza. -El Profeta, esa basura, ese diario apestoso si que está en decadencia. Lo único que hace es publicar noticias absurdas, desquiciadas, inútiles...- Levantó la voz súbitamente, sin percatarse, la puerta del aula se abrió con el viento, una cabeza se asomó sin que nadie lo notara.
-¿Saben quién escribe El Profeta ahora? Cualquier idiota, inexperto, curioso que en vez de tener paciencia, investigar o escribir hechos reales, difunde suposiciones e hipótesis y las da a entender como verdad absoluta. Eso hace su queridísimo diario amigo...
En la puerta se observó una cabellera rubia y un uniforme de Slytherin, todos observaron, menos Patrick que no se pudo dar vuelta a tiempo pues había desaparecido al instante.
-¿Quien esta ahí?- Patrick se acercó rápido hacia la puerta, se alejó del aula corriendo y volvió.
-¿Ustedes han visto quien escuchó lo que dije?- Preguntó Patrick agitado.
Kevin con gesto pálido bajó la mirada. -Si no me equivoco fue Scorpius Malfoy.
Una inspiración dolorosa se escuchó detrás de él y se dio vuelta bruscamente. Allí estaba Jeremias Enarghio, quién frunció el entrecejo y dijo.
-¿Scorpius Malfoy? ¿El que difundió la noticia de "La fiebre mágica" y sobre "los 16 nuevos fenómenos"?
-¡¿Que!? ¿Que decía la última noticia?- Preguntó Maxi enojado y gritando fuerte, Patrick sólo observaba atónito.
-Creo que es obvio que somos nosotros ¿No?
Patrick se tomó la cabeza con las manos y tiró un puñetazo al aire furioso. Luego se fue a sentar al escritorio. -Bueno, ya he dicho suficiente, pueden irse.
Arthur se asomó a la puerta y se quejó: -Ay Patrick... te dije que tuvieras cuidado con lo que dijeras... tú te harás responsable ahora...
-Pues si... el tonto he sido yo.
El señor mayor se acercó y le dio unas palmaditas fuertes en la espalda. -No te preocupes, intentaremos censurar los ejemplares de esta semana para que no atenten contra ti.
Los muggles no sabían si pararse o quedarse escuchando, pero no dirían más. Al bajar al almuerzo la charla de todos los muggles preguntando que pasaría serían contestadas inmediatamente. La sorpresa del mediodía sería un gran disgusto para Patrick, quién almorzaba con los demás tutores y miraba para todos lados, presintiendo algo malo. Una lechuza negra del tamaño de un halcón se acercó hacia el comedor y dejó caer una pequeña carta, que temblaba y bailoteaba para todos lados, hasta que se abrió. Era un gran Vociferador y se oyó a toda voz:
-El Profeta Flash Edición Gratuita
¡Alerta Comunidad Mágica, Alerta ¡Último momento!
-Patrick Jonson insulta explícitamente a El Profeta. Según nos ha informado un excelente alumno de la escuela Hogwarts de magia y hechicería, un insignificante servidumbre que se hace llamar "mago" o "persona" ha dicho que nuestro diario hace suposiciones incorrectas y que es una basura. Nuestra joven redactora Layla Skeeter se vio muy enfadada y prometió hacer un informe sin precedentes sobre nuestro personaje de hoy: Patrick Jonson, un inútil mago que no se sabe de donde salió... O de donde proviene su familia...
Layla Skeeter, excelente periodista, redactora, recibida con tan sólo 18 años y que lleva en sus venas la sangre de su prestigiosa tía abuela Rita, dará un informe contundente sobre este sujeto y una respuesta instantánea... Hará un ritual, una tradición de familia, una cosa que la familia Skeeter sabe hacer a la perfección durante décadas: despedazar al engreído, a quién quiera ser noticia, a quién quiera sobresalir, destapar la mentira y la frustración en la vida personal de cada ser detestable. Nuestro siguiente número de El Profeta dará un informe completo, como tan sólo El Profeta puede hacerlo. Nadie podrá seguir tapándolo todo con esta mentira, la verdad dará a luz. Amigos, no se pierdan El Profeta Vespertino, con los primeros informes y El Profeta de mañana con los rejuntes de la verdad. El escándalo recién comienza y revolucionará al mundo del periodismo. Hasta nuestra próxima edición.
La directora MC Gonagal observó a Patrick, se levantó bruscamente de su silla y se paró en frente de todos: -Queda terminantemente prohibido leer y difundir El Profeta en toda esta semana. Quien lo haga yo misma lo expulsaré de Hogwarts. ¿Han entendido?
Un gran murmullo se extendió desde el mediodía hasta el anochecer. Todo el mundo hablaba del gran escándalo que ocasionó ese vociferador y sobre Patrick y los otros tutores. El transcurso de los días se hacía lento y Kevin se moría de la intriga por saber que pasaría. A pesar de bloquear todas las entradas al castillo y de que el Señor Filch revisara a los alumnos antes de entrar al castillo, se filtró el rumor de que algunas personas ya lo habían leído y comentaban en secreto lo sucedido. El viernes sucedería lo más temido. Estaban sentados en la sala común todavía analizando y buscando explicaciones sobre lo que había pasado y apareció Maxi furioso y llorando: -¡Patrick se ha ido! ¡Se ha ido de Hogwarts! ¡No regresará!
Kevin se levantó de un salto y preguntó desesperado. -¿Quién te ha dicho eso?
-Lo he escuchado yo mismo, he escuchado decir a Alice Spencer y a Cecile que Patrick se ha ido de Hogwarts por que se tomará un largo descanso…
Gruñó y le dio una patada tan fuerte a una mesa que le hizo levantar vuelo y se estrelló con la pared. Raper se levantó a toda velocidad y agarró a Maxi de los brazos.
Apareció Jeremías Enarghio saliendo de la carpa y lagrimeando: -Todo ha sido mi culpa…
Maxi corrigió bruscamente. -¡No! ¡Ha sido culpa de El Profeta! ¡De la apestosa Layla Skeeter!.
Mady se levantó de la silla.
-¿Que ha dicho? ¡Tranquilízate y cuéntanos todo!
Se levantaron Sergio, Eliana, Lina y Justine a agarrar a Maxi, abrazándolo lo hicieron sentar en una silla.
-Lo recuerdo muy bien: en el aula de estudios muggles estuvieron reunidos los 3 tutores y tenían El Profeta en la mano. Estaban diciendo que el informe de Patrick hablaba exclusivamente de su aparición en el mundo mágico. Que no tiene ningún pariente mago y tampoco ninguna descendencia mágica.
-¿Como es eso? ¡Si me ha dicho que su hermana es bruja!
Saltó Kevin muy sorprendido. -La verdad no lo sé. He escuchado que El Profeta hizo un informe muy cruel sobre Patrick, ha dicho que como nosotros es un fenómeno, un engendro de la magia. Que su intromisión en el mundo mágico todavía no está clara y sus explicaciones no están justificadas.
Dobló su mirada hacia Mady. -Él ha cuidado un mes de ti ¿Que es lo que sabes sobre él?
Mady miró hacia el piso. -No me ha contado nada, dijo que no estaba preparada para recibir tanta información de golpe. Que me haría mal saberlo…
La observó un instante y continuó. -Han dicho que Patrick no es enteramente un mago y que este informe de El Profeta ha puesto en peligro la labor de nuestros tutores, por que también hay dudas sobre ellos. Lo peor de todo es que han herido su orgullo y que por eso se ha ido…
Los adolescentes no lo podían creer, no entraba en sus cabezas que Patrick se despidiera sin siquiera contárselo a ellos. La cena de esa noche fue la más triste en toda la estadía en Hogwarts. Todos estaban callados, sin ánimos y algunos como Kevin y Raper todavía se lamentaban en silencio. No pudieron conciliar un buen sueño esa noche, la noticia era tan increíble como dolorosa. ¿Pasarían la navidad en tan triste soledad?
El sábado a la mañana le llovieron las preguntas a Arthur de por qué no estaba allí Patrick y simplemente contestaba que estaba tomando un descanso, pero que volvería pronto. No pudo tranquilizar a nadie esa respuesta, pues sólo había más y más preguntas. La resignación había llegado y Kevin comenzó a recordar con mucha tristeza a Patrick. A como había llegado a su casa, al viaje en las cinco chimeneas dobles. Era todo un recuerdo claro, parecía marcar otra realidad, las esperanzas de que Patrick regresara eran pocas pero el deseo de verse allí nuevamente con la persona más alocada que había conocido lo llevaba a auto contestarse que volvería. Antes de terminar la clase los tres tutores se acercaron al aula y Arthur dio por finalizada una clase que era imposible de sostener, pues todo el mundo estaba con los ánimos caídos. Salieron del salón, fueron hasta la sala común y allí se sentaron en rondas expectantes. Allí comenzó Cecile: -Esta noche los llevaremos a sus casas para que festejen la navidad en familia. Acompañaremos a cada uno individualmente para que pasen la navidad con sus familiares unas horas y los pasaremos a buscar.
Hubo algunas sonrisas, pero la falta de Patrick hacía reservar cualquier festejo o alegría. Giró la cabeza hacia donde estaban Kevin, Mady, Raper y Maxi. -En cuanto a ustedes, es probable que los acompañe Arthur Weasley, pues no sabemos bien si Patrick volverá hoy.- Se miraron entre si y Cecile continuó. -Pueden tomarse el resto del día libre, les aconsejo que no salgan afuera por que hace frío y la nieve que se estanca está cada vez más alta. Para las ocho de la noche tendrán que tener todo preparado, luego les explicaremos individualmente como coordinaremos.
El resto del día la mayoría de los muggles dormía pues estaban muy cansados y en especial 4 muggles que estaban apesadumbrados y no querían otra cosa más que cerrar los ojos. La nochecita no tardó en llegar, Kevin preparó su bolso y miraba el cubo, los cromos y las cartas que había recibido hasta el momento. Se quedó sentado en la cama junto con Raper y Maxi que también habían terminado de empacar y estaban deprimidos como él. En la sala común había mucho silencio y nadie dijo ni una sola palabra, sólo daban miradas de compasión a los 4 muggles que no regresarían con su tutor. Todo fue forzoso para Kevin, Mady, Raper y Maxi en el comedor y a la salida del castillo. Alice Spencer antes de salir del castillo miró a Mady, se apenó y le dio un abrazo. La noche era muy fría y caía nieve muy intensamente, muchos temblaban de pies a cabeza. Arthur Weasley apareció al poco tiempo cuando todos los muggles y los tres tutores estaban reunidos en la puerta de roble. Se despidieron todos y se juntaron con sus respectivos tutores. Fueron en fila hacia una pequeña loma cubierta de nieve a un costado del campo de Quiditch. Alice fue la primera en subir a la loma junto con Wendy, Eliana, Lina y Sergio. Llevaba un zapato viejo en su mano.
-Nos iremos por trasladores hacia el Caldero Chorreante. Cada uno con su tutor por favor.- Bajó la voz hacia los adolescentes. -Cuando yo les diga tocarán y se agarrarán del zapato. ¿Listos?- Se pusieron en ronda y se acostaron en el piso helado. -¡Ahora!
Se agarraron del zapato, giraron, levantaron vuelo girando en el aire y desaparecieron. Todos estaban muy sorprendidos y hasta se animaron a comentar que podría ser divertido. Siguió el turno de Cecile Veretreux, quién llevaba a Justine Lurd, Anabella Liturineux, Jenka Alesorinko y Peter Artetreux. Desaparecieron elevándose y girando en el aire. Kevin miraba a Arthur, quien parecía estar de buen humor y le guiñó un ojo. Le llegó el turno a Rodolph Kirsakof, quién llevaba consigo a Jovanina Lidorsi, Gerardo Ortiz, Álvaro Dunnio y a Jeremias Enarghio. Éstos desaparecieron parados apenas tomaron el zapato con sus manos. Mady se llevó las manos a la boca en gesto de impresión.
-No te preocupes pequeña, también se puede viajar parado, es más peligroso, pero más divertido.- Contestó Arthur con mucha simpatía.- Antes de levantar el zapato del piso miró las caras tristes de los adolescentes.- Estoy seguro que en breve se encontrarán muy bien.
Los muggles se miraron entre si y no se atrevieron a preguntar por que. Aunque les llamaba mucho la atención el ánimo que tenía Arthur. Se recostó en el piso agarrando el zapato con una mano y los otros hicieron lo mismo.
-¡Ahora!
Todo comenzó a girar a toda velocidad, por el frío decidieron cerrar los ojos hasta que de un momento a otro aparecieron en el piso revolcándose. Se levantaron lentamente y observaron que se hallaban en el pasillo del Callejón Diagon. Todos los negocios estaban cerrados y estaba todo oscuro. Arthur hizo luz con su varita y se acercaron hasta la puerta que daba a El Caldero Chorreante. Antes de abrir escuchaban gritos y festejos entre murmullos: -¡Que bueno verte! ¡Que tengas una feliz navidad!
Escucharon la voz de Roloph Kirsakof y el corazón de Kevin empezó a latir a toda velocidad. Arthur se rió para si mismo y dijo: -¡Se pondrán bien! ¡Ya lo verán…!- Abrió la puerta mientras continuaba riéndose. -El está aquí, ya llegó.
Entraron a la cafetería y allí vieron sentado en la barra a Patrick, tomando un café.
-Aquí los traje, amigo, sanos y salvos.- Subió la voz Arthur, mientras el cantinero los observaba sonriente. Patrick llevaba una túnica azul oscuro muy elegante, era la túnica más hermosa que habían visto. Se acercaron corriendo y se lanzaron hacia él abrazándolo. -¿Se pensaron que los iba a dejar abandonados? ¡Jamás! - Bromeó Arthur.
Juntaron dos mesas y Arthur pidió una pequeña taza de café para cada uno. Patrick sacó su pipa del bolsillo, le puso tabaco, lo prendió y se puso a fumar. Mady no tardó en hablar. -¿Que fue lo que pasó?
Patrick contestó con voz sincera. -Me ofendí, eso es todo.
-Pero ¿Por qué?
-Pues, por que El Profeta me ha estado insultando toda la semana y sabía que de todas maneras Hogwarts se iba a enterar de lo que escribieron sobre mí. A pesar de que estamos en vacaciones y hay poca gente en el castillo decidí tomarme un pequeño descanso y estuve una semana en secreto en la Madriguera. O mejor dicho, en la casa de Molly y Arthur. Allí me ofrecieron quedarme ya que sus hijos y sus nietos estarían en la Mansión Black festejando la navidad, pues es muy grande.
Kevin acercó la cabeza y preguntó. -¿Que has hecho allí?
Patrick contestó con mucha naturalidad. -Estar siete días tranquilo y sin que nadie me pregunte nada.- Señaló a Arthur. -En verdad les estoy muy agradecido a ti y a Molly.
Arthur le dio una palmada fuerte en el hombro. -No es nada y además te has portado bien.
Largaron una larga carcajada y continuaron hablando y terminando el café. No importaba que hora fuera, sólo importaba que estuviera Patrick allí, era el mejor regalo que podrían recibir ese día.

(Fin del Capítulo 15)

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