Capítulo 14

La Invitación

Aquel lunes sería el más vergonzoso para Kevin, debía afrontar las miradas acosadoras de todos los muggles cuando salía a la sala común y en el desayuno por el episodio del día anterior. Raper le había dicho que simplemente ignorara a todos, pero no era tarea fácil. Mady giraba la cabeza de un lado a otro observando a Wendy y luego a Kevin, como si tuviera algo para decirles. Aquello resultaba muy incómodo para ambos pues bajaban la mirada a su desayuno y no la levantaban para nada. Eliana se acomodó el auricular de manera bruta y rompió el silencio incómodo: -¿No van a hacer las pases?
Ambos miraron al costado y hacia el piso, no se atrevieron a contestar. Lina los miraba con indignación, Raper, Maxi y Sergio conservaban el gesto serio y tenso. Al terminar de desayunar se esquivaron la mirada y procuraron no cruzarse. Las clases estuvieron tan pesadas como siempre, aunque en encantamientos aprendieron algo muy agradable, a hacer chispas rojas con la varita hacia arriba. El profesor Flitwick había explicado que se utilizaba como un modo de llamada. Todos se habían entusiasmado y anduvieron provocando chispas rojas a lo largo de todo el día. En defensa contra las artes oscuras Kevin estuvo inquieto, pues recordaba que ese día el profesor Slughorn lo había invitado a su club y al no saber de que trataba era una verdadera incógnita. Ni si quiera pudo preguntarle a Teddy Lupin, el único profesor ese día, por que había dado la clase muy rápido y se había ido. Al terminar la clase bajaron hacia el gran comedor y se encontraron con una gran sorpresa. Todo el lugar estaba decorado, había calabazas gigantes con ojos, nariz y boca, era Halloween. Varias velas sueltas colgaban en el aire, también había candelabros, también pequeñas calabazas que flotaban de manera amenazante. Algunos fantasmas rondaban saludando a los estudiantes y deseándoles feliz noche de brujas. Se oyó un ruido espeluznante, un gran aullido de un lobo, varios gritos y muchas risas malévolas, todos pegaron un grito, algunos del susto, otros de emoción. La directora se paró de la mesa y pasó al frente. Se hizo un silencio repentino.
- ¡No teman! Pues habrá más gritos y miedo a lo largo de toda la noche. ¡Feliz noche de brujas!
Hubo un tibio aplauso y en las mesas apareció la tan ansiada comida. Mientras comían Mady continuaba observando a Kevin, este se percató y aprovechó para hablar.
-¿Que crees tu que tendrá de especial el club de Slughorn?
Se limpió la boca con una servilleta y contestó con toda naturalidad: -La verdad que no sé ¿Por qué no le preguntas a Lilly?
Se acercó a su oreja y le confió un secreto: -Por que me da vergüenza y aparte después de lo que dige ayer no quiero que me vean los de la mesa de Hufflepuf hablando con uno de Gryffindor. Aunque pensaba…
La muchacha se alejó lentamente y con firmeza interrumpió: -¡Ni pienses que yo voy a ir a exponerme! Eres tú el que tiene la duda, no yo.
Kevin se sonrrojó y no se atrevió a reprocharle nada. Maxi se encogió de hombros y Raper le guiñó el ojo en gesto amistoso. Eliana comenzó a presumir que el hechizo Lumus Máxima que ella producía era el más fuerte de todos, la luz blanca de su varita era la más potente de todas.
Sergio acomodó sus lentes y sacó su varita: -¡Pues eso lo tendrás que demostrar ¡Tengo una idea! Ya que nos van a querer asustar esta noche mantengámonos todos juntos y recorramos el castillo.
Acercó su cabeza Raper para continuar: -¡Entonces así vamos a poder ver quien hace la luz más brillante e intensa de todas!
Maxi levantó más fuerte la voz y señaló hacia donde estaba el resto de la mesa: -Ustedes también pueden venir si quieren, nos mantendremos juntos con nuestras varitas para que nadie nos asuste esta noche.
Todos asintieron tímidamente, a pesar de tener algunas diferencias, sobre todo de tipo sectorial, esa noche tendrían que estar integrados pues sino podrían llevarse un gran susto. Raper cerró la propuesta: -¡Genial! Recorreremos el castillo y si nos dejan el patio.
Aquello para Kevin resultaba ciertamente malo, pues tendría que ir solo a la reunión y volver solo, aunque eso no le preocupaba tanto, de seguro alguien lo acompañaría si se lo pedía cortezmente. Al terminar de comer, los postres tenían forma de calabaza y en su interior todo tipo de dulces desenvueltos que eran exquicitos. Lentamente todos los muggles comenzaron a levantarse de la mesa, por que la gente empezaba a irse y dejaron sólo a Kevin, sentado allí con mucha vergüenza de ser el único en su mesa. Tendría que buscar a alguien para hablar y pasar el momento de la manera menos solitaria posible. ¿Qué pensarían el resto de los magos? Que es un muggle solitario y que nadie lo quiere. No quería ponerse a pensar que pasaría si Scorpius Malfoy o Santiago Di Marcus lo encontraban solo, no podría defenderse. Sus rodillas comenzaron a temblar y sus dedos golpeaban inquietamente sobre su falda. El tiempo transcurría lentamente, pero se notaba muy pesado por la cantidad de dudas que tenía Kevin. Tenía que buscar a Lilly o a alguien que lo lleve hacia donde estuviera el Club de Slughorn, pero si no se movía pronto tendría que buscarlo el mismo y esa idea lo aterraba. Sacó un pequeño libro del Príncipe Meztiso que había llevado en su bolsillo para mostrarse ocupado y que nadie se percate de que estaba solo y que no sabía que hacer. A pesar de que no podía leer nada hojeaba con cuidado cada una de las páginas. Al levantar la vista vió lo peor que podía ver en ese momento. Scorpius Malfoy se había levantado de la mesa y se dirigía hablando con sus amigos hacia la puerta de salida del comedor. Tendría que pasar por la mesa de los muggles y se percataría de que Kevin estaba sin compañía. Sigilosamente se levantó de la mesa, para no elevar sospechas ni hacer movimientos bruscos que lo delaten. Pasó por la puerta y mientras buscaba algo para esconderse recordó algo que le hizo poner los pelos de punta. ¡No había tomado la pastilla! Se tapó la boca con las manos y se escondió detrás de las estatuas. ¿Cómo lo había olvidado? Si todos los días miraba como Raper y Maxi se la tomaban y luego él los imitaba. Se puso a pensar que los nervios le habían jugado una mala pasada y que tendría que buscar ayuda pronto. Lo atemorizaba la idea de generar un escándalo ¿A dónde podría esconderse aguardando cruzarse a algún muggle¿Y si no encontraba a alguno pasaría la noche afuera? Cada vez que pensaba algo por el estilo se le ponía la piel de gallina. Salió con mucha indesición de la estatua y un llamado lo hizo saltar para arriba del susto.
-¡Kevin! ¿Eres tu?- Para alegría de Kevin era Wendy, ella quizás podría ayudarlo. Kevin asintió con la cabeza y le hizo unos gestos para que le prestara atención.
-¿Me quieres decir algo?- Volvió a asentir con la cabeza, cerró los dedos de la mano derecha, con los dedos de la mano izquierda simuló tener la pastilla, metérsela a la boca y con la mano derecha arqueada tomar un vaso de agua. La muchacha lo miró unos instantes y luego comprendió.
-Al parecer no has tomado la pastilla. ¿Es eso lo que me querías decir?- Kevin asintió con la cabeza. Wendy se sacó el auricular.
-No te hagas problema, podré entenderte igual, recuerda que sin el auricular escucho el castellano que tu hablas, es decir, entiendo el idioma de los argentinos.
Kevin sonrío ampliamente aliviado y dio un suspiro.
-¿Que es lo que querías decirme?- Preguntó con delicadeza y tranquilamente.
-Quería decirte que yo misma le pregunté a Lilly como era eso del Club del profesor Slughorn y dónde.
-Pues no te tardes, adelante, cuéntame.
-Esta noche se celebra en el despacho del profesor Slughorn. Me ha dicho Lilly que son muy aburridas las reuniones y que muchos ponen la escusa de que no encuentran su despacho o que han tenido cosas urgentes que hacer.
Abrió los ojos con un poco de asombro y dijo con alivio: -Entonces podré faltar hoy.
-Si, pero mañana tendrás que inventar una buena excusa.
-De eso no hay problema. Bueno gracias Wendy eres ecepcional.
Wendy se sonrrojó y sonrió, pero el momento cambió bruscamente. Detrás de ellos aparecieron 4 personas, que por sus túnicas distinguieron rápidamente que eran de Slytherin. Se adelantó un chico que Kevin reconoció rápidamente, era Santiago Di Marcus. -¡Oh! Kevin, pequeño Kevin, antes con una chica morocha, ahora con una rubia. No te decides ¿Verdad?- Los compañeros que tenía a su lado se destornillaban de la risa, mientras se acercaba lentamente y mirándolo a los ojos con gesto despreciativo. -No sólo eres un matón, sino un rompecorazones...- Le continuaban festejando los chistes, algunos con aplausos.-Pero ten cuidado que un día pasarás de estrella a estrellado. De galán a papanatas.
-¡Uhhh!- Emitieron los amigos queriendo provocar más pleito. De pronto apareció Raper y se acercó rápidamente a Kevin para encubrirlo.
-¡Cuidado muchachos! Kevin tiene un guardaespaldas.- Los muchachos continuaban riéndose estruendosamente. Tímidamente iban llegando el resto de los muggles.
-Me encantaría seguir perdiendo el tiempo, pero tengo cosas que hacer. Cuida bien tus espaldas Kevin, cualquier día a cualquier hora podrás encontrarte con una desagradable sorpresa.
-¡Uhhh! buuuhhh…- Primero hicieron un sonido de exclamación y luego se burlaban haciendo sonidos tenebrosos, caminaron hacia el comedor y se perdieron de vista.
-¿Te encuentras bien Kevin?- El muchacho asintió con la cabeza y Wendy aclaró enseguida:
-¡Kevin no ha tomado la pastilla para hablar inglés, asi que para entenderlo tendrán que sacarse los auriculares!
-De acuerdo, vayamos a la sala común a buscarla.
Subieron las escaleras de mármol y esquibaron algunas calabazas que flotaban en el aire y se movían de un lado para el otro. En la puerta de la sala común los esperaban los muggles decidiendo si se irían a dormir o se quedarían un rato más diambulando por el castillo, la segunda idea parecía más divertida, así que esperaron a que Kevin tomara su pastilla y salieron a dar una vuelta. Los sectores se seguían diferenciando, pero algunos finalmente cedieron y Justine Lurd comenzó a hablar con Eliana mientras subían las escaleras. No sabían a qué piso iban a ir, simplemente querían divertirse. Al llegar al tercer piso encontraron un cartel que decía “Pasillo Prohibido” algunos se pegaron la media vuelta, otros se atrevieron a pasar pero escucharon unas risas malévolas y todos salieron corriendo a las escaleras y subieron al cuarto piso allí se separaron, algunos fueron para la biblioteca otros para los baños.
Sergio acomodó sus lentes: -Aquí estuve yo, por aquí esta la enfermería.
Los condujo hasta una puerta y la abrieron lentamente.
-¿Quien es?- Dijo una voz débil que reconocieron al instante, era Billy Mc Jefferson, vieron que estaba tendido en una cama y con el velador prendido, el lugar era inmenso, había muchísimas camas por todos lados, a su lado estaba Ulises Firpho, un chico con muchas pecas en su rostro y rulos muy pronunciados. Asomó su cabeza y pasó con Sergio y Raper, Maxi se quedó mirando en la puerta por si venía alguien.
-Soy yo, Kevin, uno de los muggles.
Tapado hasta las piernas con una sábana se observaba con un gran yeso en su costado derecho, al lado estaba Ulises con un yeso en la pierna izquierda.
-Pasa si quieres.- Respondió entrecortadamente.
-Lo siento mucho.- Expresó Kevin mientrase se sentaba en una cama al lado junto con Raper y Sergio.
-Oh no te preocupes, mañana nos dan de alta.
Los muchachos sonrieron. -¡Que bueno!
-Si, lo malo es que perdimos contra nuestro rival directo y será imposible alcanzarlos.- Contestó Ulises dando un puñetazo a la pared.
-¡Tranquilo hermano!- Se acercó rápidamente Raper. -Si yo supiera jugar al Quiditch daría todo por ganarles a esos cretinos, pero por ahora sólo se subirme a la escoba y volar unos metros.
Ulises bajó su brazo, acomodó su cabeza y cerró los ojos. Billy giró su cabeza mirando a Raper.
-Pues mira, puedes sumarte a nosotros si quieres. Nuestros jugadores no son tan buenos como los del año pasado. Allí había un gran buscador que nos había hecho ganar un partido increíble. Pero perdimos el campeonato por tener muy mala suerte.
Kevin habló con cautela: -¡Cuéntanos!.¿Que fue lo que pasó?
-Teníamos los mismos puntos que Slytherin pero ellos ganaron el campeonato por tener 10 puntos más de diferencia y en el último partido, contra Ravenclaw, atraparon la Snitch en el momento indicado.
-Maldito Malfoy ¡Como quisiera darle su merecido!- Levantó la voz Ulises y le dio otro puñetazo a la pared.
Maxi abrió la puerta y con cautela advirtió: -Creo que será mejor que nos vayamos, oigo voces y no son las de los chicos.
Se miraron todos y en un impulso se pusieron de pié.
-Bueno muchachos, que se mejoren¡Arriba el ánimo! Que les vaya bien.
Mientras agarraban la puerta escucharon los saludos de Ulises y de Billy: -Gracias por venir amigos, nos vemos.
Tomaron las escaleras y descendieron a toda prisa. Llegaron a la sala común muggle, todo el mundo estaba reunido allí y estaban metiéndose en la carpa. Mady se pegó la vuelta y salió con Wendy.
-¿A donde se metieron? Estábamos por ir a buscarlos…
Los chicos se miraron entre si y Raper contestó: -Fuimos a la enfermería a visitar a Billy y a Ulises. Ya están mejor, mañana los dan de alta a los dos.
Las chicas se sorprendieron, se quedaron hablando un momento y luego se fueron a dormir.
Al día siguiente Kevin pudo evadir las preguntas de Slughorn sobre por qué no había ido al club y no tuvo ningún inconveniente a pesar de que este lo miró con cierto recelo. Simplemente contestó “se me hizo muy tarde y nadie me dijo donde se encontraba” y en parte era cierto. Tampoco se sintió demasiado incómodo en el comedor, ya no lo miraban con tanta indigación y eso lo hacía sentir un poco más cómodo. Pudo ver que Billy y Ulises ya estaban en la mesa de Huflepuff con los ánimos renovados. La mayoría del mes había vuelto a pasar y todavía no había de explicaciones de por que no tenían las materias que figuraban en la pared de la sala común. Las preguntas como¿Para que han anotado materias que no vamos a tener? estaban a la orden del día cada vez que algún tutor visitaba la sala común muggle; y la respuesta era siempre la misma: “Pasciencia, ya les avisaremos si hay alguna novedad. ¿O acaso no tienen suficiente tarea con las que ya cursan?” El mes de noviembre traíga consigo el frío de un invierno que estaba cada vez más cerca sobre todo cuando estaba por terminar. Las hojas de los árboles brillaban por su ausencia y un viento frío hacía sentir el cambio del clima. Algunas semanas antes se vieron en el campo a los equipos de Gryffindor y Ravenclaw entrenando para el partido que se disputaría el 30 de noviembre. Como todo era rutinario y repetitivo no tardó en llegar aquel partido. Era una mañana con mucho viento y algunas nubes amenazadoras. Tras un gran marco de público salieron los equipos a la cancha soltando el estruendo y los aplausos del público. El equipo de Gryffindor con un uniforme rojo y algúnas rayas doradas; y el otro equipo con hermoso uniforme azul y un recorte de rayas muy coquetas de color azul oscuro que iban en diagonal por los hombros. El que relataba el partido parecía tener algo de vergüenza, por lo que significó el partido anterior.
-Mi nombre ya lo saben: Fabricio Lombi y les diré como forma Ravenclaw para este partido: de guardían lo tendremos a Kurt Lekerman, Ralian Boot y Lilian Corner de golpeadores, Carol Goldstein, Ashly White y Ruth Scamander de cazadores y Wiliam Cole de buscador.
La gente se preparaba espectante para dar su apoyo al equipo de Griffindor.
-Gryffindor por su parte conserva a todas sus estrellas que dieron pelea por el campeonato el año pasado. El equipo forma con Flanklin Wood de guardían, Jhon Thomas y Tomy Harper de golpeadores, Jessica Finnigan, Albus Potter y Hugo Wealey de cazadores y de buscador tendremos al gran James Potter.
Un gran aplauso fue dedicado al muchacho.
-Comienza el partido, allí la tiene la Quaffle Carol Goldstein, la debutante en este partido, se la pasa a Ruth Scamander que amaga a darle un pase a Ashly White, pero se la queda él, pasa la mitad del campo, le da un pase a Ashly White que supera la tapada de Flanklin Wood y …¡Anota!.
El partido, luego de un rato, comenzaba a tornarse raro, los jugadores de Griffyndor no podían tener el balón por que enseguida se lo quitaban los del equipo rival y anotaban. Así anotaron una y otra vez.
-La tiene Carol Goldstein, de buen partido hasta aquí, se la pasa a White, de White para Goldstein de Goldstein para Scamander ¡Que anota¡Muchachos deténganse que me van a marear!
Bromeaba el relator por la velocidad en la que daban los pases y circulaban por el campo. La furia de camisetas azules no terminaba, dos arremetidas de Carol Goldstein terminaron sellando dos tantos casi consecutivos. El marcador daba una verdadera paliza del equipo de Ravenclaw por 90 a 0 y con una gran actuación de Carol Goldstein que se perfilaba como la revelación de ese partido. Una nueva arremetida de Carol Goldstein sellaba el 100 a 0, pero James Potter vio un destello dorado y se lanzó mucho antes que Wiliam Cole y no hubo manera de alcanzarlo. En una pitueta impresionante atrapó la Snich y el equipo de Gryffindor terminó ganando un partido increíble. Por unos momentos hubo un silencio que luego se transformó en festejos de parte de la gente de rojo y dorado. James Potter bajó de su escoba y la gente se metió al campo de juego. Lo alzaron y Hugo Weasley lo llevaba en el hombro mientras se acercaba una cortina de gente a felicitarlo. En medio de la gente caminaban Kevin, Mady y Raper tratando de buscar la direccion a la puerta de roble del castillo. Vieron como Lilly se acercó a felicitar a su hermano y lo oyó decir muy contento: -¡Espera a que papá se entere!
Los 3 muggles que pasaban por ahí se miraron entre si. Sabían que era el hijo de Harry Potter y con sólo imaginarlo les daba mucha curiosidad saber que pensaría su padre. En el gran comedor fueron los festejos ese mediodía y los estudiantes no paraban de hablar sobre la azaña que había conseguido el equipo de Gryffindor gracias a James Potter. Que quizás su padre le habría heredado el talento, que habían observado muy pocos partidos que se resuelvan de una manera tan impresionante. A un costado de Kevin estaba Raper, bromeando con Wendy acerca de cuanto había comido hasta el momento y también al otro lado le decía a Mady que en todo el partido no sacó su vista de James Potter. Esta se ruborizaba y sus mejillas se ponías coloradas al máximo. Kevin los escuchaba algo confundido y para no evidenciar su gran curiosidad miró para un costado hacia la mesa de Hufflepuff. Cruzó miradas con Ulises que ya lo estaba mirando desde antes y este le hizo un gesto de llamada con la mano. Kevin tocó su pecho con el dedo índice para comprovar si efectivamente lo llamaban a él. Ulises asintió con la cabeza y también señaló hacia donde estaba Raper. Le tocó el brazo y le dijo: -Nos llama Ulises, quiere que vayamos a su mesa.
Raper lo miraba confundido: -¿Pasó algo?
-No lo sé.
Se levantaron ante las miradas de los muggles y fueron caminando lentamente hacia donde estaba Ulises, a su lado estaba Billy.
-¿Que ocurre amigo?- Preguntó Raper sin dudar.
-Antes que nada quería disculparme por no haberlos tratado adecuadamente los primeros días en que llegaron a Hogwarts.
Los muchachos intercambiaron miradas entre si: -No hay problema.
Ulises continuó: -También hemos pensado la posibilidad de que ustedes dos se sumen a nuestros entrenamientos de Quiditch. Ya que este año no hemos conseguido jugadores suplentes y no quisieramos volver a perder por falta de jugadores.
Raper contestó con serenidad: -Pero no esperes mucho nosotros por que nunca hemos jugado Quiditch.
Kevin asintió con un gesto brusco.
-Eso no es problema. No me pongan excusas ¿Quieren si o no?
Hubo un pequeño silencio en donde intercambiaron pequeñas risas y miradas de desconcierto. Kevin levantó la cejas y asintió con la cabeza: -De acuerdo.
-Pues bien, los entrenamientos comienzan después de las vacaciones.
-De acuerdo.
-Les avisaremos cuando estén confirmados el dia y el horario de los entrenamientos así acomodan bien su rutina.
Se despidieron con un apretón de manos, varias de las caras que estaban en la gran mesa de Hufflepuff se mostraban amistosas. Volvieron y se sentaron en la mesa de los muggles todavía mirando hacia la otra mesa, donde Ulises les guiñaba el ojo.
Mady miró a a ambos lados y les preguntó con voz casi imperceptible.
- Que querían?
Kevin contestó con voz alta y casi sin verguenza: -Que nos sumemos a si equipo de Quiditch. ¿No es grandioso?
Wendy, Eliana y Lina asintieron con la cabeza, Mady dudó un instante pero también hizo lo mismo.

(Fin del Capítulo 14)

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