Capítulo 30

Los Húespedes

Se bajaron del tren y tomaron sus equipajes. El aire era caluroso, hacía mucho calor en la estación, pasearon el equipaje hasta el anden 9 y 3/4 para luego meterse progresivamente y salir al otro lado. Fueron caminando a aquel bar que se llamaba "New Castel" y entraron, los tutores se aseguraron de que no los viera nadie. Allí hicieron su despedida definitiva. Fueron saludándose uno a uno, en abrazos interminables.
-No se olviden chicos, la vida continúa...- Aconsejó Rodolph, aquellas palabras tenían un gran gesto de sinceridad.
-Haremos de lechuzas mensajeras, entregaremos la correspondencia, ya sea cartas, notas, regalos y todo lo que deséen mandarse.- Ofreció Alice con una gran sonrisa, en sus palabras se imprimía mucha esperanza. Aquellos abrazos interminables fueron una gran postal de el cariño que se tenían. Sus corazones blandos, sensibilizados, una sensibilidad a flor de piel que se hacía sentir en cada palabra, en cada gesto y en cada acción. Era esa despedida la que se merecían, la unión, el compañerismo y el compromiso con los demás era la lección de vida que estaban aprendiendo. Todos con lágrimas en los ojos se fueron separando y haciendo una ilera de a 4, cada tutor llevaría a los muggles a su lugar. Rodolph se fue primero y se sentiría la ausencia de Jeremias, ya que era su tutor. Jovanina se despidió por última vez de Anabella y de los demás adolescentes. Gerardo y Álvaro se dispusieron en fila y esperaron el polvo flu que rápidamente recibieron, el tutor hizo fuego con la varita y se fueron diciendo el destino.
-Casa de Madame Louse
Wendy miró con cara extrañada a Cecile. -¿A donde está ese lugar?
-En Francia, en Nantes más específicamente, es una casa de una maga muy anciana.- Dio un paso al frente para añadir: -Nos vamos.- Se acercó a la chimenea y hechó más polvos flu.
-Casa del Conde Wil Wair.
Y se fueron progresivamente Justine Lurd, Anabella, Piter y Wendy.
-¿Y a donde es eso?- Repitió Raper haciendo la misma pregunta que Wendy.
-Es en Australia, la casa abandonada de un muggle.-Respondió Alice. -Ahora es nuestro turno.- Tiró polvo y desapareció rápidamente entre las llamas.
-Posada de Luís de Andalucía.
-¿Dónde queda esa casa?- Finalizó Mady la última pregunta.
-En La Coruña, España, es la casa de un músico muggle muy reconocido.
Así se fueron Wendy, Eliana, Lina y Sergio.
Sólo quedaron los 4 muggles y el último tutor que ya sabían de memoria su destino.
-Casa de Felipe Welintong.
Era la primera vez que Ululú viajaba con él mediante polvos flu, por suerte ya habían aprendido a caer y a que no se rompiera nada. Llegaron hasta la casa del que sabían, era el Ministro de Magia de Argentina. En la casa no había nadie y los sillones estaban intactos. Nadie preguntó nada por que se sabía que al ser Ministro de Magia, el señor Welintong seguramente estaría ocupado resolviendo asuntos o vagando por allí.
-Me hubiera gustado que esté para agradecerle todos los libros que me mandó.- Expresó Kevin.
Nadie dijo nada, sólo asintieron con la cabeza. Patrick hizo fuego con la varita y explicó. -Me los iré llevando uno por uno a sus casas. Mady se levantó y se despidió por última vez de los muchachos.
-Cuídate mucho amiga, te aprecio, lo sabes.- Le dijo Raper con mucha dulzura.
Mady sonrío y se despidió de Maxi y de Kevin, los recuerdos y vivencias invadían en corazón de todos e intentaban irse rápido para no quedarse prendidos en aquel sentimiento confuso de no marchar.
-Casa de Florencia Estevez.
Mady supo su nuevo destino muy prontamente, no sabía qué le esperaba pero no diría nada, pues sabía muy bien que seguiría en companía de Patrick, además si llegaba a preguntar algo iba a desatar tambien la duda de los demás. Prontamente se puso enfrente de la chimenea y en el instante desapareció entre las llamas.
En el rato que se quedaron esperando Raper, Maxi y Kevin se fueron despidiendo.
-Me escribirán o los golpearé.- Bromeó Raper y se puso a Rapear:
-Oigan mis amigos
me despido de ustedes,
siempre pero siempre, los llevaré conmigo,
ahí donde se siente,
allí donde vive, el sentimiento fuerte,
quedarán impregnados en mi incierto camino.

Kevin y Maxi lo aplaudieron y se dieron un abrazo con palmaditas fuertes.
-Podremos visitarnos ¿Verdad?- Inquirió Kevin.
-Claro que si, ya tengo anotado el número de teléfono de Mady, además de que veré con frecuencia a Maxi, no te olvides que nuestras familias son amigas. Sacó una lapicera del bolso y anotó el teléfono de Kevin. En ese momento llegó Patrick y dijo con prisa. -Vamos Kevin.
El muchacho se despidió por última vez de sus amigos y desapareció de entre las llamas diciendo.
-Rosario, Base Sur.
Allí apareció en esa casa dónde había estado antes, el lugar era mucho más claro, se veía el sol y pronto sacó del bolso un abrigo pues allí hacía mucho frío.
-Al parecer no habrá más cinco chimeneas.- Dedujo Kevin.
-Correcto.
-Ni tampoco una serpiente gigante que enfrentar.
Patrick largó una risita y lo palmeó en el hombro. La casa no tenía más la planta, tampoco la mesa, estaba vacía y limpia, la cortina tampoco se hallaba allí. Abrió la puerta y salió al otro lado. Fueron caminando por aquellas cuadras, la gente parecía ignorarlos, y eso les venía bien por que no querían llamar la atención. Caminaron aquellas 4 cuadras que parecían eternas. Antes de que pudiera tocar el timbre del edificio se abrió la puerta del palier y aparecieron sus abuelos avalanzándose sobre él. Oscar lo tapó de un abrazo.
-¡Has vuelto, pequeño, has vuelto!
Rosa esperó su turno y tambien le dio un abrazo duradero. Patrick saludó a sus abuelos y dijo: -Tengo prisa todavía me esperan Raper y Maxi, la semana que viene vendré y hablaremos.
Kevin hubiera querido que se quedara más tiempo, pero lo comprendió, le dio un abrazo y le dijo: -Ven pronto.
Así fue el regreso de Kevin, tan simple como breve, tan inesperado como viváz.
Caía la tardecita y el adolescente dormía en su cuarto, estaba exhausto y no tuvo tiempo a contemplar su nueva vida.

Los días pasaron tan rápido que no hubo tiempo de reaccionar en que había pasado esa semana. Kevin asentó su nueva vida, tan rápido como cualquier muggle, descansaría los meses que quedaban para luego volver a anotarse en una escuela, continuar sus estudios y estudiar la carrera de música en la facultad de aquella ciudad. Ululú quedó como una gran mascota y estaba contenta de ver a Rosa y a Kevin juntos de nuevo. Aquella nueva semana tuvo la esperada visita de Patrick. Apareció aquel miércoles que había prometido y se quedó a tomar unos mates en la cocina junto con sus abuelos.
-Bien, hay algo importante que debes saber: todos los días te vigilarán dos aurores del ministerio de magia. No los verás, pero ellos estarán vigilando que todo lo que esté a tu alrededor se desarrolle con normalidad. En tu casa tendrás la máxima protección de ellos. Los he bautizado como "los huéspedes", por que son agentes que cuidan una casa sin que ningún muggle se de cuenta de su existencia.
Continuaron hablando de lo que quedaba, hasta que se hizo muy tarde y Patrick se despidió asegurándole que en un tiempo aparecería con una sorpresa.

Un mes pasó de aquel miercoles y extrañana mucho a sus amigos, pero tuvo una corazonada en todos esos días, que ellos irían a visitarlo y así ocurrió. Un lunes tocaron timbre y Kevin fue a abrir y se encontró con Mady, Raper y Maxi, acompañados de Patrick. Aquella visita esperada fue un gran alivio y una gran alegría. Se sentaron en el comedor mientras Rosa, que ya había sido notificada de la visita tenía preparadas unas empanadas riquísimas. Raper desenvolvió un pergamino que tenía en el bolsillo y expresó en voz alta: -Te caerás de la silla cuando sepas ésta noticia. El Periodista deportivo de "El Quisquilloso" Anuncia: -¡Hufflepuff Campeón!
-¿Como demonios?- Preguntó Kevin incrédulo.
-Ya mismo leeré la nota que traducí a mano.- Terminó de desenrollar el pergamino y leyó en voz alta.

Hola Raper, ¿Como andas, amigo? Espero que de maravilla, tengo una noticia para tí y quiero que la compartas con Kevin y con los que creas indicados:

¡Hemos salido campeones de Quiditch! Hemos vencido a Slytherin.

¿Te preguntarás como ocurrió?

Los que controlaban el partido descubrieron que para ganar su último partido contra Ravenclaw le habían aplicado un encantamiento al aro para que no marcaran ningún tanto... y eso hizo que no sólo le dieran el partido por perdido, sino que tuvieran que jugar un nuevo partido contra nosotros para saber quien se quedaría con la copa. Antes de ello habíamos superado a Griffyndor y nos había quedado casi ninguna esperanza de ganar.

En el momento menos pensado surgió ésta chance... y... ganamos!! Ganamos 170 a 80

Vika atrapó la Snitch dorada!! Somos los campeones de Hogwarts después de tanto tiempo de sequía.

¡Somos los estudiantes más felices del mundo en la mejor casa del mundo!

Ojala que por allá marche todo bien.

Estaremos en contacto

Billy Mc Jefferson


Allí fue que tras esa gran alegría se quedaron un tiempo más hasta que tuvieron que marcharse pues Patrick debía irse. El tiempo pasó, no se le manifestó más magia inconsciente. Sus amigos por medio de cartas, visitas y regalos superaron aquella etapa anterior en la que eran magos y volvieron a ser muggles, a las visitas se sumaron Wendy, Eliana, Lina y todos los demás muggles. Allí fue cuando el corazón habló un mismo idioma, pese a ser distintos, sin poderes, con idiomas distintos y con culturas distintas, pero con un mismo sentimiento capaz de compartirse con cualquier ser. El amor.

FIN

No hay comentarios:

Publicar un comentario